Renovar las tuberías sin obras es posible gracias al novedoso sistema de Fontanería sin obras Santander que le facilita GRUPO MARTÍN LORENZO Bajantes sin obras y que permite limpiar y eliminar los residuos de las mismas, a la vez que logra repararlas y aprovecharlas como armazón para nuevos conductos.
Hasta hace pocos años, para la realización de tuberías se utilizaba preferentemente hierro, cobre y plomo. Estos materiales tienen diversas problemáticas en su conservación y mantenimiento, y suelen necesitar de reparaciones o sustituciones, generalmente, pasados los 20 años desde su instalación. Actualmente, existen materiales plásticos, como el PVC o el polietileno, más fáciles de instalar, conservar y reparar en caso de avería o rotura.
Proceso de renovación de tuberías sin obras en Santander
Inspección de tuberías
El primer paso a seguir será inspeccionar las tuberías. El procedimiento se inicia con un reconocimiento del estado, cuyos resultados se reflejan, comúnmente, en un informe que motivará el presupuesto.
Normalmente, efectuado el diagnóstico, nuestros profesionales suelen ofrecer un precio por renovar las tuberías sin obras cerrado, que puede incluir la limpieza, reparación y renovación. Conviene siempre revisar bien el presupuesto para asegurarse qué servicios están incluidos y cuáles no.
Limpieza de tuberías sin obra
Antes de acometer las primeras actuaciones conviene secar la tubería con aire a presión. Entre las herramientas que se utilizan para llevar a cabo los diferentes trabajos destaca el uso de robots monitorizados, que permiten ver fácilmente las cavidades internas. Esta tecnología ayuda a localizar los puntos que presentan posibles problemas de atascos, óxido o acumulación de depósitos.
Una vez encontrado el fallo, se procede a eliminarlo, restituyendo el calibre original de la tubería. Para este último proceso, nuestros profesionales de la fontanería sin obras en Santander, emplean una arena especial para lijar superficies y aspiradores industriales.
Reparación de tuberías sin obra
Cuando la inspección inicial detecta que el problema reside en un solo tramo o se trata de algunos daños muy concretos, puede optarse por una rehabilitación parcial, que resultará más económica. La duración y el precio de este procedimiento depende del estado previo de los conductos, el tipo de material con el que están realizadas, su cantidad y extensión.
Tras la limpieza de las tuberías, el paso siguiente consiste en reparar grietas y roturas que den origen a filtraciones. Para ello se emplea un revestimiento de resina que queda fijado a la superficie interna de las tuberías. Este material forma una capa resistente, de aproximadamente medio centímetro, que supone el cuerpo físico de la nueva canalización. Su colocación se realiza por insuflado, adaptándose y adhiriéndose a las caras internas de la tubería de la zona dañada. Una vez endurecido, el aplicador se retira.
Renovar tuberías sin obra
Cuando las tuberías están dañadas completamente o se quiere hacer un cambio total de las mismas, existen varias opciones:
- Renovar las tuberías mediante el sistema de insuflado mencionado anteriormente.
- Hacer la renovación de las tuberías con una aplicación de poliéster con mangas de calibración.
- Renovar las tuberías con una proyección en spray de un polímero que la reviste igualmente creando una capa de algunos milímetros.